De un tiempo a esta parte las tres mascotas de Taylor Swift adquirieron fama y popularidad no solo por ser los gatos de la reconocida estrella internacional sino porque además captaron la atención de los fans de la artista, se ganaron el cariño de ellos y llegaron a participar de pautas comerciales junto a su dueña.
Y es que así como a menudo la cantante comparte en sus redes sociales diferentes momentos de la vida cotidiana junto a su animalitos y amigos incondicionales estos ya saltaron a la fama y son reconocidos por el particular nombre que le pusieron a cada uno de ellos.
La primera en llegar a la casa fue Meredith Grey, una Scottish Fold que llegó en el 2011 y que fue bautizada así en honor a la protagonista de la serie Grey’s Anatomy. Se caracteriza por ser tranquila y elegante participando desde ese entonces de fotos y videos con Taylor.
La familia se fue agrandando y tres años después la artista adoptó otro felino, también de raza Scottish Fold a quien decidió llamar Olivia Benson, nuevamente por relacionarlo a otro personaje de televisión americana. En este caso, la detective de Law & Order: Special Victims Unit.
LOS GATOS DE TAYLOR CAYERON BIEN PARADOS
De esta forma, hasta este entonces, Swift dejó en claro ante su comunidad virtual su fanatismo por la ficción, las series y el suspenso. Sin embargo, su amor por los gatos no quedó ahí y en 2019, mientras se encontraba grabando el video de la canción ME!, sumó al hogar a Benjamín Button.
Una vez más bautizando al animalito felino con nombre de personajes de ficción, la cantante se encariño con este pequeño Ragdoll que maullaba en el estudio en el que estaba trabajando, se lo llevó y pasó a ser el más chiquito de todos, cosa que queda demostrado en el día a día por su forma de ser juguetón.
Tres personajes destacados de las redes que lograron resaltar a la par de su dueña, conquistando el público y, como si fuera poco, protagonizaron campañas y se destacan por haber sido rescatados y vivir entre lujos y sets de grabación.