El inicio de la primavera boreal en la ciudad de Nueva York promete una mezcla de condiciones climáticas. A partir del jueves 20 de marzo, el área experimentará cambios significativos, con lluvias, vientos intensos y hasta la posibilidad de ver algunos copos de nieve, según el Servicio Meteorológico Nacional (NWS, por sus siglas en inglés).
El jueves 20 de marzo, día en que oficialmente comienza la primavera boreal, un sistema frontal se acercará desde el oeste, acompañado de un frente frío que llegará durante la noche.
Este sistema llevará consigo una corriente de lluvia que se intensificará hacia la tarde y persistirá durante la noche. Las temperaturas, aunque propias de la primavera, no serán lo suficientemente cálidas como para evitar un cambio en la naturaleza de las precipitaciones.
El viernes 21 de marzo, el sistema frontal habrá pasado, pero dejará un clima inestable tras de sí. Los vientos del noroeste serán intensos durante la mañana, con ráfagas que podrían alcanzar los 72 kilómetros por hora en algunas áreas. Estas condiciones podrían dificultar las actividades al aire libre, especialmente en zonas expuestas como los puentes y las áreas costeras.
El sábado 22 de marzo, la ciudad disfrutará de un breve respiro con condiciones más estables. Sin embargo, hacia la noche, un nuevo sistema de baja presión podría llevar consigo algunas lluvias dispersas. Este sistema se espera que no sea tan intenso como el del jueves, pero podría marcar el inicio de un patrón climático más inestable para la próxima semana.
El inicio de la próxima semana podría llevar consigo un sistema frontal más potente, que se acercará desde el oeste. Aunque aún hay incertidumbre en los modelos meteorológicos, se espera que este contenga precipitaciones más generalizadas y posibles tormentas eléctricas.
Las temperaturas, por su parte, se mantendrán en un rango primaveral, con máximas que oscilarán entre los 15 °C y 20 °C.
Dado el pronóstico inestable para el inicio de la primavera boreal, los residentes de Nueva York deberán estar preparados para cambios rápidos en las condiciones climáticas. Se recomienda llevar siempre un paraguas o impermeable. Además, es importante estar atentos a las advertencias por vientos fuertes, que podrían afectar el transporte y las actividades al aire libre.
El arranque de la primavera boreal en Nueva York estará marcado por un clima cambiante, con lluvias, vientos intensos y la posibilidad de ver algunos copos de nieve en las zonas más elevadas. Aunque las temperaturas serán propias de la estación, la inestabilidad climática será la protagonista durante los primeros días de esta nueva estación.