El dilatado enfrentamiento para definir qué hacer con la PASO en la Provincia empieza a desgastar al peronismo. Así lo sienten tanto en la Gobernación como en el kirchnerismo. También hay fastidio entre los jefes comunales del Gran Buenos Aires.
La novedad llegó a fines de la semana pasada, tras el frustrado intento de una facción variopinta de la Legislatura provincial para anular las primarias bonaerenses. El número necesario es 47 diputados, si están todos sentados en sus pupitres. El miércoles pasado se juntaron 38 apoyos: 13 de la Libertad Avanza (los que responden a Javier Milei y los liderados por Carlos Kikuchi ), 11 del PRO, otros 11 que responden al propio Axel Kicillof y 3 de la Coalición Cívica.
Si alguien deseaba una imagen de la ruptura de Cristina y Maximo Kirchner con el Gobernador, nada mejor que ver quiénes no bajaron aquel día: los de La Cámpora y los massistas. En el medio, vaya curiosidad, quedaron los radicales que también se negaron a dar quórum y quedaron bajo sospecha de haber negociado con los Kirchner, aunque no habría evidencias para sostener tal acusación.
La novela de PASO sí o PASO no, quedaría resuelta este jueves. Según pudo confirmar Clarín, hubo charlas entre Kicillof y Sergio Massa para buscar una salida. En el massismo sostienen que ellos están de acuerdo con dar quórum y votar a favor de la suspensión. El Gobernador se comprometió a hacer algunos cambios a un proyecto que sería el del renovador Rubén «el Turco» Eslaiman.
Estaría todo listo para erradicar, por lo menos este año, las PASO este mismo jueves. Si no llegan, sería el 3 de abril. ¿Cuándo será la fecha para votar en una eventual elección desdoblada? Sería el domingo 7 de septiembre, según los rumores que trascienden en La Plata.
«Habíamos quedado para votar en el 27 de marzo. Se cortaron solos los libertarios (en pedir la sesión para derogarlas el miércoles pasado) y los del Axel se aprovecharon y largaron un proyecto para seguir instalando el tema. Nadie de nosotros bajó porque no hay dictamen», señalaron desde el FR.
Desde la quebrada UCR, tanto los que responden a Maximiliano Abad como a Martín Lousteau, afirmaron a este diario que «hay voluntad» de suspender la primaria «siempre y cuando tengamos alguna garantía que se van a desdoblar las elecciones».
Justamente ahí está el nudo del conflicto interno que enfrenta a Kicillof con los Kirchner. Cristina sigue advirtiendo que si van separadas las votaciones, «vamos a perder». No es lo que piensan en los municipios gobernados por los caciques del PJ. Sobre todo las de Conurbano.
Incluso, ante Clarín, alguien que comanda una comuna de La Cámpora admite que diferenciar la elección local con la nacional sería hoy lo más beneficioso, teniendo en cuenta la eficacia que podría tener en una votación separada el aparato municipal.
Mientras Kicillof es quien más empuja para que se suspendan las PASO con el objetivo de adelantar los comicios provinciales para separarlos de los nacionales, Cristina y Máximo Kirchner presionan al gobernador para que defina el cronograma electoral como condición excluyente para acompañar la eliminación de las primarias. Al menos así lo reconoció la senadora bonaerense del cristinismo Teresa García al hacer referencia a las negociaciones que mantienen con Kicillof para sellar un acuerdo por la fecha de las elecciones.
«Me parece que es un condicionante resolver toda la ingeniería electoral» para luego votar la suspensión, planteó García en declaraciones radiales. Lo que no dice la senadora provincial es que tanto a su jefa política como a Máximo los aqueja la ira cada vez que Kicillof amaga con desdoblar. De ahí, que lo tildan de «traidor».
Nada volverá a ser igual para la Provincia si finalmente la Legislatura bonaerense suspende las primarias. Los jefes del PJ resaltan que harán el mismo esfuerzo para el peronismo, más allá que se desdoblen o no las elecciones. Una propuesta que no es compartida por Cristina, que desconfía de la buena voluntad de los caciques locales. «Nada ni nadie nos garantiza que pondrán el mismo esfuerzo cuando tengan que defender también la postulación de Unión por la Patria para Diputados Nacionales. Ni siquiera, si la jefa (por Cristina) decide jugar», indica un legislador de La Cámpora.
Entre los intendentes están los que decidieron tomar un poco de distancia y los que siguen creyendo que la salida queda muy lejos de las apetencias de Cristina, que sigue buscando una forma de protegerse y blindarse, ante lo que ella considera un fuerte asedio de la Justicia por la causa Vialidad, en la que ya fue condenada, y las otras cuatro que debería enfrentar, varias de ellas este mismo año.