Como si fuese un absurdo, en una de las oficinas se encontraba durmiendo el sereno, quien tenía que estar atento a cualquier movimiento y alerta por cualquier situación que surge durante la noche. En un momento se despertó de una manera brusca, abrió los ojos y se encontró con un hombre encapuchado y armado que lo redujo y maniató. Pese a que había alarma y cámaras de seguridad en el lugar, llamativamente no funcionaron. Según los investigadores, los cinco asaltantes se llevaron del lugar 1.300 millones de pesos.
Todo ocurrió cerca de la 0.15 del martes en el comercio de la empresa Los Primos ubicada en la Ruta Nacional 3, a la altura de la calle Sanabria. En ese momento, cinco sospechosos que llegaron en tres vehículos al lugar. Subieron hasta el techo, por donde ingresaron al mayorista.
El golpe estaba calculado al detalle. Según un investigador que le precisó a Clarín, una parte de los ladrones fueron a las dos oficinas donde estaban las cajas de seguridad. El restante, a donde se encontraba durmiendo el sereno.
Según el hombre, identificado como Alfredo, de 60 años, los ladrones lo amenazaron con armas de fuego y, luego de reducirlo, maniataron. Lo llevaron hasta otra habitación, en donde permaneció hasta la mañana, momento en que lo encontró otro trabajador del supermercado cuando llegó a cumplir su turno.
Los ladrones estuvieron más de cinco horas recorriendo el lugar con total tranquilidad. Se cree que abrieron las cajas fuertes ubicada en dos oficinas, donde los dueños de la firma guardaban el dinero, presuntamente una parte de la recaudación de las otras sucursales que poseen.
Los ladrones escaparon a las 5 de la mañana y poco más tarde se hizo la denuncia al 911, cerca de las 9 luego de que un empleado encontró al sereno. La víctima directa del robo dejó en claro que no sufrió ningún tipo de lesiones.
El detalle de las cámaras y alarma
Fuentes del caso dijeron a Clarín que el lugar tenía cámaras de seguridad y una alarma con sensor de movimiento, pero que al momento del robo no funcionaba nada de todo eso. Vaya casualidad o causalidad. El día anterior, en el que se había realizado un balance en la empresa, todo andaba con normalidad.
El caso es investigado por el fiscal Federico Medone, a cargo de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) Descentralizada N° 3 de La Matanza. El representante del Ministerio Público ordenó varias medidas destinadas a dar con los responsables del golpe comando.
Una de las medidas solicitadas en la investigación fue un pedido de informes a la central de alamas para establecer si dejaron de funcionar por un problema externo al supermercado mayorista o si fue desactivada desde adentro.
Los investigadores sospechan que los ladrones conocían el lugar o tenían el dato preciso. Así se desprende de las marcas que dejaron en el edificio: rompieron únicamente los ingresos de las dos oficinas que tenían caja fuerte. Algo por lo cual se sospecha que pudo tratarse de una «entrega».
“La gente que ingresó al mayorista tenia mucha información del lugar», contó a Clarín un investigador que trabaja en la causa para identificar a los autores del millonario robo, que aún no fueron reconocidos.
Las cajas de seguridad
Los asaltantes se fueron del lugar sin dejar rastros y con el dinero. Una fuente judicial indicó que el monto total sustraido fue de 1.300 millones de pesos. En cambio, un detective señaló que el botín es de alrededor 400 millones de pesos, un número que si bien es importante, es mucho menor.
Para hacerse del dinero tuvieron que abrir las dos cajas de seguridad que se encontraban en dos oficinas que la empresa posee en la sucursal de González Catán, la cual fue víctima del ataque.
Para abrir las cajas utilizaron elementos de corte como una amoladora de mano. Se cree que trabajaron más de cuatro horas y media en el lugar hasta que huyeron.
Los cinco sospechosos escaparon en los tres autos en los que habían llegado. Llevaron consigo tres bolsos en donde guardaron y trasnportaron el dinero.
Las hipótesis del caso
Por estas horas los investigadores se encuentran trabajando en varias hipótesis sobre el hecho delictivo que tuvo un botín millonario.
«Es un hecho muy llamativo. no funcionaron las cámaras ni se activaron las alarmas», confió un investigador.
La idea de que tenían la información previa de que había plata y dónde se encontraba cobra más fuerza luego de establecer que los delincuentes fueron directamente a romper en los lugares clave dentro del inmueble.
Para el avance de la información será de gran importancia la información que aporte el sereno Alfredo y lo que surja de las cámaras de seguridad privadas y públicas que se encuentran en las inmediaciones del lugar.
MG