El 11 de septiembre de 2024, luego de una nueva movilización de jubilados y de la represión de las fuerzas que comanda la ministra Patricia Bullrich, la imagen de Fabricia Pegoraro se viralizó en los medios de comunicación y en las redes sociales. Fabricia es una nena de 10 años que fue a la movilización acompañando a su mamá, Carla. Ambas terminaron siendo víctimas del accionar de la Policía Federal, siendo rociadas con gas pimienta incluso estando en el piso indefensas, queriéndose proteger de la avanzada policial.
Rápido de reflejos, el Ministerio de Bullrich y sus periodistas adictos instalaron una versión que aseguraba que quien había arrojado el gas era una activista de derechos humanos, vestida con mameluco naranja, para querer inculpar a las fuerzas policiales. Pescado podrido que se repitió de manera entusiasta en los grandes medios cercanos al Gobierno, hasta que empezaron a conocerse las imágenes que mostraban al oficial rociando a ambas a muy corta distancia. Bullrich, la Federal y el Ministerio de Seguridad montaron una operación para encubrir el accionar de este policía y, cuando las imágenes revelaron lo inocultable, tuvieron que retroceder.
🚨 La NENA fue herida por un MANIFESTANTE y NO por la policia.
❌La izquierda CULPABLE pic.twitter.com/9uzZdK8hB5
— Tv Pública Libertaria (@Tv_Libertaria) September 11, 2024
La Comisión Provincial por la Memoria presentó una denuncia. Amnistía Internacional advirtió públicamente que «los niños/as no pueden ser blanco de gases u otros impactos de armas». Pero el tema con el correr de los días se diluyó, las represiones se siguieron repitiendo e incluso Cristián Rivaldi siguió participando de los operativos represivos. Sin embargo este jueves se conoció finalmente Rivaldi fue procesado.
El juez Ramos dictó el procesamiento en la causa en la que también interviene el fiscal Eduardo Taiano. En el escrito se asegura que el policía «arrojó gas contra dos mujeres, una de ellas menor de edad, que se encontraban en el suelo y sin agredir a la autoridad, apartándose de ese modo de la normativa vigente y aplicable al caso». Y además señala: «Tanto la madre como su hija se encontraban en una posición de desventaja en cuanto al agresor que estaba parado y apuntó directamente a sus rostros sin motivo que justificara esa acción».
Además pone en cuestión la defensa esgrimida tanto por el policía como por las versiones que hicieron correr desde el ministerio, asegurando que se actuó conforme a los protocolos existentes y sin haber visto a la nena en ese momento. Allí puede leerse: «No hay motivo para dudar del testimonio de la querellante, las imágenes corroboran férreamente sus dichos. Contrariamente, el descargo del imputado resulta inverosímil. No sólo resulta llamativo que no hubiera visto a la niña, aún más las imágenes delatan que apuntó directamente a ella y a su madre sin reparo alguno y con toda intención disparó el gas».
El procesamiento es un paso en la causa que investiga la represión de aquella jornada y el accionar puntual de este agresor, pero también un mensaje para la represión indiscriminada que sucede todos los miércoles frente al Congreso ante cada nuevo reclamo de los jubilados. Los aires de impunidad que promueve Bullrich ceban a las fuerzas, que actúan envalentonadas tirando gas a pocos centímetros de la cara de los manifestantes, golpeando brutalmente a quienes se movilizan y deteniendo sin motivo a quien se les ocurre. Los heridos se cuentan por decenas en cada nueva manifestación algunos con consecuencias severas en la vista y otros mucho más graves como el caso del abogado Matías Aufieri, integrante del CeProDH que perdió la visión de un ojo a causa de un disparo policial, o el reportero gráfico Pablo Grillo, herido en la cabeza por una granada de gas que lanzó el gendarme Guerrero y que todavía lo tiene internado en el Hospital Ramos Mejía peleando por su salud.
En la larga y oscura historia represiva de las fuerzas, la impunidad sólo ha generado más impunidad. Que se investigue y se procese a los responsables de este tipo de acciones es un paso pequeño pero importante contra la misma.