Santa Fe y Formosa van a protagonizar otro domingo electoral con unos comicios locales que tienen a los oficialismos como principales favoritos y con gobernadores que le colocaron el cuerpo a la campaña. Mientras que las distintas fuerzas opositoras intentarán hacer un papel que les permita posicionarse en la carrera hacia el control del Poder Ejecutivo.
En el caso de la provincia al mando de Maximiliano Pullaro, se juegan cargos en 365 localidades. De ese total, en 19 municipios habrá disputa en torno a la intendencia, 65 definirán la composición del Concejo Deliberante y el resto juntas comunales. Hay 2.869.162 de personas en condiciones de votar.
Cerca del mandatario hay un optimismo en alza. Porque calculan que la coalición que lidera, Unidos, logrará imponerse en casi todo el territorio, conquistando resultados positivos en al menos 250 intendencias y comunas. Consolidando, de este modo, el envión que significó para Pullaro ganar la elección convencional constituyente de forma cómoda, el 13 de abril pasado.
Esto no les gusta a los autoritarios
El ejercicio del periodismo profesional y crítico es un pilar fundamental de la democracia. Por eso molesta a quienes creen ser los dueños de la verdad.
La única incógnita pasa por Rosario, donde se votarán miembros del cuerpo legislativo y hay tres candidatos fuertes. Aparece la dirigente que representa al oficialismo, Carolina Labayru; Juan Monteverde, la cabeza de una alianza panperonista quien estuvo muy cerca de ganar la intendencia en 2023; y Juan Pablo Aleart, de La Libertad Avanza. Aleart es un outsider, exconductor de un noticiero, que cuenta con el respaldo de Karina Milei, y los Menem.
En la última semana de campaña, la hermana del jefe de Estado le brindó su total respaldo y en LLA se entusiasman con que pueda ser la persona que se quede con el primer puesto del comicio. Pullaro lo sabe y por eso le colocó el cuerpo a la campaña, acompañando a su postulante y resaltando logros en materia de seguridad, la principal preocupación de los rosarinos.
Quien también le puso el pecho a las actividades proselitistas es Gildo Insfrán, el gobernador de Formosa, en la previa de una elección que tiene al Partido Justicialista con grandes posibilidades de ganar. Los formoseños, más de 488 mil precisamente, están en condiciones de votar por treinta convencionales constituyentes, quince diputados provinciales y ocho suplentes.
El líder del Ejecutivo convocó a una reforma constitucional para colocarle fin a la reelección indefinida a la gobernación provincial. En línea con el fallo de la Corte Suprema del 19 de diciembre de 2024 que declaró la inconstitucionalidad de dicha disposición que está consagrada en la Carta Magna local.
María Graciela de la Rosa, como convencional constituyente, y Rodrigo Vera, como legislador, son las cartas de un peronismo que se mostró unido. Enfrente, aparece LLA, con Atilio Basualdo y Esteban López, y una alianza de tinte libertaria de nombre Frente Amplio Formoseño que nuclea a desencantados del PRO y la UCR que tiene a Francisco Paoltroni, senador nacional ex-LLA y cercano a Victoria Villarruel, como cabeza para la convención constituyente.
Tensión por el cierre de listas en Corrientes
Este lunes se cierran las alianzas que van a competir por la gobernación de Corrientes y el gran interrogante pasa por quién será el postulante del oficialismo y cómo jugará La Libertad Avanza, quien inició charlas con el mandatario, Gustavo Valdés. El hombre de la Unión Cívica Radical tiene definiciones.
El gobernador ya cumplió dos mandatos y la Constitución provincial le impide acceder a un tercero. Ante los suyos, ya eligió al postulante de la sucesión: Juan Pablo Valdés, su hermano e intendente de la localidad de Ituzaingó.
El jefe comunal cosecha números positivos en las encuestas. Aunque ese dato no le impide ser resistido por LLA, quien objeta el “nepotismo” por elegir a un familiar. De hecho, prepara la posibilidad de competir sin acuerdo con el oficialismo y bajo la candidatura de Lisandro Almirón, el actual diputado nacional por el distrito. Almirón hace meses que viene recorriendo la provincia y dice tener el visto bueno de Karina Milei, presidenta del partido nacional de color violeta.
Para Valdés, no hay otro candidato más potable que su hermano y no está dispuesto a ceder el nombre que peleará por la sucesión ni el de las principales intendencias.
Por otro lado, aparece el peronismo unido con Martín “Tincho” Ascúa, bendecido por Cristina Kirchner: una de las últimas apariciones de la expresidenta antes de la ratificación de su condena fue al lado del dirigente. Un dato más: Ascúa rechazó pactar con Ricardo Colombi, exgobernador, un apellido de peso en el territorio.