Gracias a las tácticas de Caputo y Bausili, este jueves se quemaron U$S 4.300 millones de reservas por vencimientos de bonos. Con este movimiento, las reservas brutas cayeron a U$S 38.792 millones, perdiendo casi el 80% de lo acumulado en 40 días. Según los planes del gobierno, para frenar esta sangría esperan nuevos desembolsos del FMI y más créditos externos. Paralelamente, la tensión en el mercado cambiario sigue acrecentándose.
Las reservas internacionales del Banco Central de la República Argentina (BCRA) volvieron a caer esta semana, perforando el piso de los USD 39.000 millones y ubicándose en USD 38.792 millones, el nivel más bajo desde el 12 de junio. La fuerte salida de divisas respondió principalmente al pago de USD 4300 millones por vencimientos de bonos Globales (ley extranjera) y Bonares (ley local), un movimiento que evaporó el 76% de los USD 3900 millones acumulados en los últimos 40 días, según datos oficiales.
Casi como una especie de ironía, el miércoles 9 de julio, el Tesoro giró U$S 2550 millones al exterior para cancelar amortizaciones e intereses de bonos Globales y Euros, lo que se reflejó casi en su totalidad en la caída de reservas. Debido al feriado por el Día de la Independencia, este jueves también se completó el pago con U$S 1600 millones en Bonares.
La caída ocurre en medio de la revisión del acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI), que tiene como punto crítico el incumplimiento de la meta de reservas netas (estimadas en negativo entre U$S 5000 y 10.000 millones). Una discusión por la cual el board del Fondo todavía no ha publicado ninguna determinación. El ministro Luis Caputo, sin embargo, aseguró que se superará el objetivo en julio gracias a ingresos esperados: U$S 2200 millones del FMI, U$S 1500 millones del BID y U$S 2000 millones de un crédito a YPF. Según el plan ideado por el encargado de Economía, el posible fortalecimiento de las arcas del Central solo estaría dado por un aumento en el nivel de deuda, y no por la posibilidad de generar divisas vinculadas a la producción.
Casi íntimamente relacionado con este tema, producto del desangre sufrido en las reservas, comienza a agigantarse una nueva presión en materia monetaria. La disparada del dólar en los últimos días obligó al BCRA a intervenir en los dólares futuros para contener expectativas. Por ejemplo, este viernes 11 de julio, por primera vez este tipo de dólar comenzó a operar por encima del valor de la banda de flotación superior. Los contratos minoristas a futuro operan para mayo a $1599 y para junio se encuentran en $1600.
Sumado a todo esto, el fin de la liquidación de la cosecha estacional reduce aún más la oferta de divisas.
Al gobierno se le siguen sumando dificultades políticas, económicas y sociales. A las presiones generadas por los casos de corrupción –las valijas de Scatturice y el caso $LIBRA–, también se le suma el duro revés recibido por parte del Senado, donde toda la oposición votó proyectos que atentan contra el discurso y los planes de Milei.
A todas estas cuestiones se suman las debilidades en el campo económico y financiero. Las exigencias del FMI en relación al cumplimiento de las metas del nuevo programa acordado; las advertencias publicadas sobre el futuro del gobierno por parte de bancos como JP Morgan, Barclays o Wells Fargo; y ahora, esta sangría registrada hace un día en las reservas del Central, forman un combo complicado para la imagen del gobierno, que quiere cuidar hasta las próximas elecciones.
Sin los fondos prometidos por Caputo, las tensiones cambiarias seguirán siendo un dolor de cabeza para un gobierno que, al menos, apuesta a transitar el camino electoral con una inflación en baja. Pero la arquitectura financiera propuesta por el titular de Hacienda es, al mismo tiempo, una contradicción para resolver todos estos asuntos.
¹La operatoria conocida como dólar futuro consiste en que dos partes acuerdan en un contrato un precio del tipo de cambio mayorista para una fecha próxima