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La inversión preferida de la City en la previa de las elecciones

No caben dudas, el mercado argentino enfrenta las semanas previas a octubre con una dinámica dominada, por completo, por la política. Aunque se trata de elecciones legislativas, el resultado puede modificar el grado de respaldo en el Congreso del oficialismo y, en consecuencia, la viabilidad de las reformas económicas en agenda.

La sorpresa de las PASO de 2019, cuando los precios de bonos y acciones se desplomaron en cuestión de horas, sigue muy presente en la memoria del mercado. Aquel episodio es el que explica la cautela actual y el seguimiento de cada encuesta y elección provincial.

En este sentido, Parakeet Capital advierte que, aunque no se discuten cargos ejecutivos, el resultado en la provincia de Buenos Aires puede inclinar la balanza. Una victoria clara del oficialismo daría aire al programa económico.

Una derrota profundizaría las dudas sobre su sostenibilidad.

Dólar antes de las elecciones: la macro, en equilibrio inestable

El Gobierno consiguió estabilizar el dólar mayorista dentro de la banda de flotación y contener la inflación mensual, pero lo logró con medidas de carácter extraordinario. Las tasas de las Lecaps se ubican en torno al 60% anual, los encajes bancarios alcanzaron el nivel más alto en tres décadas y el Tesoro intervino en el mercado para frenar la escalada del dólar.

La contracara es la caída en la demanda de pesos. Allaria calcula una reducción cercana al 5% en agosto, señal de desconfianza y preferencia por dolarizar carteras.

En materia de precios, One618 proyecta una inflación del 1,7% en agosto y una desaceleración hacia fin de año con un 25% anual. Sin embargo, las expectativas implícitas en los bonos señalan otra lectura. El mercado descuenta una inflación del 27% y una devaluación cercana al 40% en los próximos doce meses.

El resultado en las urnas impactará en las tasas e inflación: advertencia de SBS

El informe de SBS subraya que el resultado electoral en Buenos Aires y en las legislativas nacionales puede determinar el rumbo inmediato del dólar, las tasas y la inflación. El esquema actual descansa en un apretón monetario y en un mercado con menor confianza, en particular en el conurbano.

Para quienes invierten en pesos, SBS recomienda priorizar Lecaps cortas (S12S5 y S30S5) e ir renovando posiciones al vencimiento. El objetivo es no quedar expuesto a plazos largos en un contexto donde todavía faltan semanas hasta octubre.

Si la elección de Buenos Aires es interpretada de forma negativa por el mercado, no puede descartarse una política monetaria aún más restrictiva.

Quienes sean más optimistas pueden alargar plazos utilizando duales tasa fija o TAMAR (TTM26, TTJ26, TTS26 y TTD26). En ese terreno, SBS observa valor por los spreads.

También destaca a los bonos CER, que aún muestran tasas reales positivas. Según la consultora, sirven tanto a inversores pesimistas, que anticipan un rebrote inflacionario después de las elecciones, como a optimistas que creen que esas tasas deberían comprimirse en un escenario constructivo.

Las posiciones más atractivas se concentran en vencimientos de mediados de 2026 en adelante (TZX26, TZXO6, TX26 y TZXD6).

En cuanto al dólar, SBS considera que el tipo de cambio real se encuentra en niveles razonables para dolarizar carteras de perfiles conservadores. También ve oportunidades en papeles de tasa fija en pesos cuyos niveles de cobertura implícita del dólar superan la banda cambiaria.

En bonos en dólares, el GD35 continúa siendo la opción preferida. Para perfiles conservadores, recomienda obligaciones negociables —ONs— de compañías de primera línea como PAE, Pampa, Aluar, Tecpetrol, Vista o YPF Luz. Para perfiles agresivos, menciona al BUENOS AIRES 37 (BA37D) como alternativa táctica.

En acciones, SBS privilegia el sector de petróleo y gas, mantiene una postura prudente con los bancos y rescata el atractivo de utilities y BYMA por dividendos. En materiales, destaca a Aluar, Ternium y Loma Negra, aunque advierte que persiste el riesgo de nuevas medidas arancelarias en Estados Unidos.

Escenario optimista: si gana el Gobierno, rally de activos

Si el oficialismo logra un buen desempeño en la provincia de Buenos Aires y se acerca al 40% de los votos a nivel nacional, el mercado podría interpretar ese resultado como respaldo social al plan económico. En ese escenario, la normalización monetaria sería gradual y ordenada, lo que abriría espacio para una baja de tasas.

Los analistas coinciden en que los bonos en dólares serían los grandes beneficiados. El GD35 y los bonos bajo ley argentina con vencimiento en 2035 (AL35) y 2038 (AE38) concentran el mayor potencial de suba.

En pesos, los CER y duales tendrían un recorrido positivo. Hoy en día pagan tasas muy altas que podrían caer de manera abrupta si el clima político mejora.

En acciones, el atractivo sería inmediato en bancos y energéticas. Allaria calcula que Galicia, Macro y BBVA tienen recorrido superior al 170%. En el sector de petróleo y gas, YPF podría ganar un 77% y Vista un 95%. En utilities como Edenor, Ecogas y Metrogas el potencial de suba supera el 100%.

Las obligaciones negociables de empresas sólidas también se presentan como una alternativa segura, con rendimientos de entre 7% y 9% anual en dólares.

Escenario pesimista: si el Gobierno no gana, presión cambiaria

Si el resultado electoral es desfavorable para el Gobierno, el mercado podría reaccionar con un aumento inmediato en la demanda de dólares y una caída en la demanda de pesos.

En este contexto, Allaria no descarta un canje de deuda preventivo. No implicaría una quita de capital, pero sí un alargamiento de plazos y un aumento de cupones.

Los inversores optarían por bonos de corto plazo en pesos, como Lecaps con rendimientos de entre 40% y 55% anual. En dólares, la preferencia sería por bonos bajo ley argentina que ofrezcan mayor seguridad jurídica. Entre ellos, los bopreales emitidos por el BCRA, los cuales, tienen cobertura cambiaria y un rendimiento de:

  • BPY26: TNA 2%
  • BPOD7: TNA 8,7%
  • BPO28: TNA 13%

En acciones, los bancos y las utilities serían los más castigados. Papeles defensivos como BYMA o empresas industriales como Aluar (ALUA) y Ternium (TXAR) tendrían la mejor cobertura.

En obligaciones negociables, la elección pasaría por emisores de alta solvencia y vencimientos cortos, como Pampa Energía o Aluar, con liquidez suficiente para enfrentar escenarios adversos.

Estrategias según perfil de riesgo

El asesor financiero Damián Palais, de Cocos Gold, resume el menú de opciones de acuerdo con el riesgo de cada inversor.

Quien sea conservador debería dolarizarse y optar por instrumentos seguros. Fondos comunes de inversión en dólares u obligaciones negociables de empresas de máxima calificación son las mejores alternativas. Un ejemplo es la ON de Pampa Energía, que vence en 2028 y rinde 7% anual.

El perfil agresivo puede apostar al denominado trade electoral. Esto significa invertir en acciones argentinas con la expectativa de que un buen resultado del Gobierno genere un rally. En este grupo entran YPF y los bancos, que hoy están castigados y podrían recuperarse con fuerza si el mercado reacciona de manera positiva.

El perfil moderado puede combinar riesgo local con diversificación internacional. Palais recomienda mirar acciones estadounidenses de sectores castigados, pero con fundamentos sólidos, como United Health (UNH) en seguros médicos, Eli Lilly (LLYC) en farmacéutica y Spotify (SPOT) en tecnología.

Una apuesta más que arriesgada

Es un hecho, el Gobierno consiguió frenar la corrida cambiaria con un esquema de tasas altas, encajes récord, ventas de futuros e intervención del Tesoro.

Si el resultado electoral es favorable, el mercado puede disparar un rally en bonos y acciones, con bancos y energéticas como protagonistas. Si es adverso, vuelve el fantasma de un canje de deuda y la dolarización se convertirá en refugio preferido por los argentinos.

La conclusión de la City es que no existe una receta única. Cada perfil tiene su estrategia. Los conservadores deberán buscar seguridad en dólares, los moderados mezclarán riesgo local con activos internacionales y los agresivos se jugarán al todo o nada del trade electoral.

En un país con antecedentes de giros bruscos, la única certeza es que la suerte de las carteras volverá a depender del veredicto de las urnas. 

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