Lo que faltaba: la China Suárez «pegada» al rumor de que Evangelina Anderson y Leandro Paredes vivieron, viven o habrían vivido un apasionado romance cuando ella se estaba separando de Martín Demichelis. Afincada hace un tiempo en Turquía, donde se recibió de botinera al instalarse con su actual pareja, el goleador Mauro Icardi, la actriz fue «sumada» a la historia que por estas horas tiene en vilo a la farándula argentina.
Esta vez, vale hacer la aclaración, a la China Suárez la involucraron pero para hablar a favor de ella. A diferencia de lo que sucede siempre, cuando hacen fila para matarla por sus comportamientos «antimaritales», la gente se volcó masivamente a darle la derecha y apoyarla después de recibir una tonelada de cuestionamientos por sus conductas personales. De alguna manera, muchos intentaron «lavar su nombre» o «darle una lavada de cara» a su figura.
El razonamiento de la gente es sencillo de entender: apenas se enteraron de que Anderson habría estado con Paredes aun cuando él está en pareja con Camila Galante y hace poco fue papá, un sinfín de mujeres «felicitaron» a la actual jurado de «Los 8 escalones» y hasta manifestaron rotundamente que habrían hecho lo mismo en caso de tener la chance. «Está fuertísimo Paredes, no te podés negar a nada con él» fue el argumento más repetido.
Eso hizo que otro montón de gente reaccionara de inmediato y recordara que la China Suárez, en casos similares, fue largamente vilipendiada por las multitudes. «Che, pero a la China la matan por hacer lo mismo, la cuelgan del Obelisco si pueden hacerlo, pero a Anderson resulta que la felicitan y hasta la alientan para que lo siga haciendo, no se entiende nada» se pudo leer una y otra vez.
POR QUE INVOLUCRARON A LA CHINA SUAREZ EN EL SUPUESTO ROMANCE DE EVANGELINA ANDERSON Y LEANDRO PAREDES
La China Suárez está acusada de ser «una robamaridos» consuetudinaria ya que empezó sus parejas con Nicolás Cabré, Benjamín Vicuña y Mauro Icardi cuando ellos estaban en pareja con Eugenia Tobal, Carolina «Pampita» Ardoahin y Wanda Nara respectivamente. Se la pegó tanto a la imagen de «mujer peligrosa» para las otras chicas que hasta se inventó un apodo, «Tatiana», para definir a las mujeres que se comportan como ella.
De hecho, ahora es muy común decir «Es una Tatiana» para definir a una muchacha que se fija en un «hombre ajeno», «ellas son Tatianas» para señalar a las chicas que desean a señores comprometidos, o «Che yo nop soy Tatiana» que se usa cuando una mujer quiere decir que ella no tiene esa actitud tan rechazada. Ahora se dio el caso inverso: la defienden. Una vez tenía que pasar.