La sorpresiva medida de Javier Milei eliminando las retenciones a todos los granos y carnes, algo que no sucedía desde 2002 cuando esos impuestos fueron reimplantados por Eduardo Duhalde, apunta al ingreso de US$ 7.000 millones para reforzar reservas, despejar la presión sobre el tipo de cambio y las dudas acerca de que se podrá afrontar el pago de US$ 4.300 millones a bonistas el próximo enero.
El éxito de esta medida depende por un lado de exportadoras que en estos momentos están saliendo a vender o a buscar una carta de crédito de bancos del exterior y también de productores que ofrezcan su materia prima.
Esta tarde hubo una reunión por zoom en la Cámara de Aceiteros y exportadores a la que asistieron unos 90 gerentes que aseguraron que habrá avalancha de liquidaciones por parte de la producción. Estiman que de la vieja cosecha hay resto por unos US$ 9.500 millones. El Gobierno puso como meta los US$ 7.000 que si se logran antes del 31 de octubre, cuando vence este beneficio, volverían a reimplantarse las retenciones.
Los exportadores deben hacer la declaración de exportación y cuentan con tres días de plazo para ingresar esos dólares que deben llegar del exterior a la cuenta del Banco Central.
Las llamadas cerealeras son las mismas en casi todo el mundo y desde hace mucho tiempo. En la Argentina, por orden de importancia aparecen la estadounidense Cargill, de los primos Cargill y McMillan, que sigue en las mismas manos familiares y lidera el negocio en el país.
También talla Bunge nacida en el país como Bunge y Born, ahora estadounidense y que ha multiplicado tamaño al sumar a Viterra, la ex Glencore. Otro caso es el de la suiza Dreyfus.
Y un capítulo aparte es Cofco (China Oil and Foodstuffs Corporation), la dueña de Nidera, que supo pertenecer a familias locales y también propietaria de Noble. Cofco escaló para convertirse en la cuarta exportadora del ranking. Es una empresa estatal china de procesamiento de alimentos y se ha convertido en el mayor fabricante y comerciante de alimentos en el gigante asiático.
Estas firmas poseen las principales plantas de molienda que se extienden en 65 kilómetros, entre Timbúes al norte de Rosario a General Lagos en el sur. Allí se transforma el 85% de la cosecha de soja en aceites, harinas y pellets.
En ese corredor no falta ninguno de los grandes jugadores globales del negocio. También figuran ADM de EE.UU. que compró a la suiza Toepfer, Y hay otra compañías como las locales Molinos Agro, la concursada Vicentin, Aceitera General Deheza de la familia Urquía, y la cooperativa ACA.
A ese selecto grupo se sumaron los brasileños Blairo Maggi. Este empresario, catalogado en su momento como el “Rey de la Soja”, además de Ingeniero Agrónomo, fue Senador y Gobernador de Mato Grosso, y con su familia son herederos de la empresa fundada por su padre, Amaggi.