El multimillonario Elon Musk expresó dudas de que su panel de eficiencia gubernamental en la administración entrante del presidente electo Donald Trump sea realmente capaz de lograr los recortes de US$ 2 billones que el propio empresario había planteado.
“Creo que lo intentaremos, llegar a los US$2 billones. Ese será el mejor escenario”, dijo Musk a Mark Penn, estratega político y presidente de Stagwell Inc., en una entrevista transmitida en X, y agregó que pensaba que tienen “mayor oportunidad” de conseguir recortes por US$1 billón.
Las expectativas a la baja de Musk se producen a menos de dos semanas de la investidura de Trump y el inicio de su segundo mandato. El empresario tecnológico, junto con el ex candidato presidencial republicano Vivek Ramaswamy, fue designado por Trump para dirigir el Departamento de Eficiencia Gubernamental, que estaría encargado de reducir el gasto federal.
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El objetivo de US$2 billones es uno que el propio Musk planteó durante un mitin que Trump celebró en el Madison Square Garden de Nueva York días antes de las elecciones de 2024, y una cifra que suscitó al instante escepticismo de los expertos presupuestarios.
La cantidad supera la cifra que el Congreso gasta anualmente en operaciones de agencias gubernamentales, incluida la defensa. Alcanzar ese objetivo requeriría probablemente ahorrar en programas como la Seguridad Social y Medicare, que son populares entre los votantes y que el propio Trump prometió no recortar en campaña.
En el año fiscal 2024, el Gobierno gastará US$6,75 billones, de los que más de US$5,3 billones corresponderán a la Seguridad Social, la sanidad, la defensa y las prestaciones a veteranos y los intereses de la deuda.
Promesas difíciles de cumplir
Musk no es el único que se ha retractado de una promesa electoral en los últimos días. El propio Trump dijo a los periodistas el martes que, aunque había predicho que sería capaz de negociar la paz entre Ucrania y Rusia en su primer día en el cargo, el proyecto en realidad podría tardar seis meses.
Musk es la persona más rica del mundo y sus propias empresas, incluidas Tesla Inc. y SpaceX, se han beneficiado de contratos y gastos gubernamentales, como créditos fiscales para vehículos eléctricos e inversiones en infraestructuras.
Esfuerzos similares para recortar el gasto federal en el Congreso, como el del senador republicano Rand Paul, que proponía recortar seis céntimos de cada dólar que se prevé gastar en los próximos cinco años fiscales, no han prosperado. Aunque los republicanos controlan ambas cámaras del Congreso, sus escasas mayorías hacen improbable que iniciativas legislativas tan radicales lleguen a la mesa de Trump.
El equipo de transición de Trump no respondió de inmediato a una solicitud de comentarios.
Traducción editada por Paola Torre.