El Servicio Meteorológico Nacional (SMN) informó esta semana que enero terminará con una temperatura máxima de 36 grados y febrero comenzará con un pico de 37 grados en el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA), que incluye la Ciudad.
La ola de calor comenzará este mismísimo fin de semana y el fenómeno causante no es otro que un anticiclón, que es un sistema meteorológico con una presión atmosférica superior a la de sus alrededores.
Pero, ¿qué pasa cuando hay más presión en el sistema a su alrededor? Básicamente lo contrario a un ciclón: en vez de formarse una columna de vientos fuertes se produce una circulación de aire (en sentido antihorario, por estar en el hemisferio sur) que afecta al clima de una región.
El resultado inmediato es más calor. Enero llegó a tener jornadas de más de 30 grados, pero durante la primera semana febrero será un horno en la Ciudad de Buenos Aires y alrededores con días de 37o de máxima y mínimas de 23o o 24o, lo que podría dificultar un buen descanso durante la noche, por ejemplo.
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Con ese pronóstico, el SMN emitió un alerta amarilla para que tengan especial cuidado quienes estén en grupos de riesgo, como niños, personas mayores de 65 años y pacientes con enfermedades crónicas.
De acuerdo a las estimaciones del organismo del clima, el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA) será severamente azotado en los próximos días con altas temperaturas que invitarán a tomar las precauciones correspondientes.
Para este jueves, estaba pronosticada una temperatura máxima de 32 grados. Aunque no se llegó a esa térmica, sí se espera que las siguientes jornadas sean más difíciles en lo que a clima respecta. Según el SMN, este viernes el termómetro alcanzará una máxima de 34 grados, en tanto que el sábado y domingo registrará una suba hasta los 33 y 35 grados, respectivamente.
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